A FONDO

La reanimación cardiopulmonar en perros: cuándo es necesaria y cómo se realiza

  • En los humanos, se insufla aire sobre la boca y nariz, pero en los perros se realiza a través de la trufa (nariz).
  • "Lo idóneo sería poder utilizar una mascarilla con filtro para realizar la ventilación con seguridad".
La técnica de realizar las compresiones (30) y las ventilaciones (2) varía dependiendo del tamaño y la constitución de los perros.
La técnica de realizar las compresiones (30) y las ventilaciones (2) varía dependiendo del tamaño y la constitución de los perros.
Henar de Pedro
La técnica de realizar las compresiones (30) y las ventilaciones (2) varía dependiendo del tamaño y la constitución de los perros.

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica de emergencia vital que puede salvar la vida de un perro en situaciones críticas. Al igual que en los humanos, la RCP en perros se utiliza para restablecer la circulación sanguínea y la respiración. Aunque no es un procedimiento común en el cuidado diario de las mascotas, comprender cuándo es apropiada la RCP y cómo realizarla adecuadamente puede ser crucial para los convivientes con perros.

La RCP en perros es apropiada en situaciones de emergencia donde el animal ha dejado de respirar y su corazón ha dejado de latir. Estas situaciones pueden ser causadas por diversos factores, como ahogamiento, traumatismo, intoxicación, electrocución o enfermedades cardíacas. Reconocer los signos de un paro cardiopulmonar en un perro y actuar rápidamente con las técnicas adecuadas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de la mascota.

Las paradas cardiorrespiratorias en perros suelen tener diferente etiología que las paradas en personas, tal como nos describe Juan Luis de Castellví Guimerá, instructor de primeros auxilios caninos y autor del libro ‘Cuida a tu perro’, una guía enfocada a particulares y profesionales para actuar en situaciones de emergencia.

Diferencias de la RCP entre humanos y perros

Durante la reanimación cardiopulmonar (RCP) en humanos, se aplican compresiones en el centro del pecho para comprimir el corazón y mantener la circulación sanguínea, mientras que en perros, las compresiones se realizan en la parte más ancha del tórax, generalmente detrás de los codos, adaptándose al tamaño y forma del animal.

En humanos, se insufla aire directamente en las vías respiratorias del paciente, sellando boca y nariz, mientras que en perros, la ventilación se realiza a través de la nariz del animal, llamada trufa, manteniendo la boca cerrada durante las compresiones para evitar la fuga de aire.

También varían la frecuencia y profundidad de las compresiones entre humanos y perros. Además, la RCP en perros conlleva consideraciones adicionales de seguridad debido al riesgo de mordeduras o lesiones si el perro está consciente pero en estado crítico.

Identificar la situación y crear un entorno seguro

Es importante asegurarnos de estar en un entorno seguro para realizar la RCP, y también contar con la ayuda de alguien más. Si un perro ha quedado inconsciente y no respira, debemos comprobar que no hay otros perros sueltos en el lugar que nos puedan atacar motivados por la excitación del momento o porque crean que estamos lastimando al animal colapsado, “o que no estemos en medio de la calzada si ha sido un atropello”, aporta el experto en emergencias sanitarias. Para reconocer a un perro inconsciente, se pueden utilizar las siguientes recomendaciones:

  • Llamarlo por su nombre o utilizar palabras comunes en busca de reacción.
  • Mirar si su pecho sube y baja, o si sale aliento de sus fosas nasales.
  • Si no respira, comprobar si hay latidos del corazón.

Si no se pueden sentir ni oír los latidos del corazón, se debe iniciar la RCP. En el caso de que el perro se recupere espontáneamente, es igual de necesario acudir a una clínica veterinaria a la mayor brevedad.

Cómo realizar RCP a un perro

Una vez se ha identificado que el perro no respira, se debe tumbar sobre su lado derecho sobre una superficie firme, ya que el corazón se encuentra en el lado izquierdo, estirarle la cabeza para que el cuello quede alineado con el lomo, y tirarle ligeramente de la lengua para que las vías respiratorias queden libres. Una vez llegados a este punto, “podemos empezar con las compresiones torácicas y las ventilaciones, a razón de 30 compresiones y dos insuflaciones de aire a través de la trufa del perro, manteniendo su boca cerrada”, explica Juan Luis.

Si no sabemos si el animal se ha intoxicado con algo que pueda transferirnos y no deseamos acercar la boca a su nariz, el guía y adiestrador canino consultado recomienda que “si en la boca del perro aparece alguna secreción, no estamos seguros de si se ha intoxicado con algo o no es nuestro perro, podemos hacer sólo compresiones torácicas y obviar las ventilaciones por el riesgo de que nos pase algo a nosotros”. No obstante, lo idóneo sería poder utilizar una mascarilla con filtro o con otro sistema similar para realizar la ventilación con seguridad. "Nuestra seguridad es primordial", enfatiza Juan Luis, "pero recordemos que si ventilamos aumentamos mucho la posibilidad de éxito de la RCP".

En el caso de que el perro se recupere espontáneamente, es igual de necesario acudir a una clínica veterinaria.

Diferencias entre tamaños y tipos de perros

La técnica de RCP puede variar según el tamaño y la constitución física del perro. Según Juan Luis, que también es técnico en emergencias sanitarias y pionero en la redacción de protocolos de evacuación de animales en caso de catástrofes, las diferencias en el manejo de la RCP son diferentes dependiendo del tipo de tórax del perro.

Por ejemplo, los perros con tórax tipo ‘tonel’, como los bulldogs ingleses y franceses o los carlinos, requieren un enfoque diferente. Juan Luis explica: "Hay que ponerlos boca arriba y realizar las compresiones de un modo similar a las de los humanos, en lugar de en el costado como con otros perros".

En contraste, los perros con tórax triangular, o aquellos que son muy delgados o de tamaño pequeño, como los cachorros, necesitan un método de compresión distinto. Juan Luis describe este enfoque como “haciendo un sándwich de perro”, colocando las manos a los lados del tórax y aplicando la presión.

En situaciones donde el perro es muy pequeño o parece frágil, como un chihuahua, se recomienda utilizar una sola mano, similar a la técnica de RCP pediátrica en humanos. Estas adaptaciones se han ajustado a las necesidades específicas de cada perro para garantizar una RCP más efectiva.

Para trasladar al perro a una clínica veterinaria lo antes posible, se debe buscar una superficie rígida y que, durante el traslado, alguien continúe practicando la RCP hasta llegar a la clínica.

Vanessa M. Clavijo
Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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